Erick Noriega y su dura historia en Alianza Lima: "Nunca me vieron entrenar"

El fútbol está lleno de historias de lucha y sacrificio, pero también de momentos difíciles que ponen a prueba la mentalidad de los jugadores. Erick Noriega, joven defensor peruano, vivió en carne propia un golpe anímico que casi lo lleva a abandonar su carrera.

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El exjugador de la reserva de Alianza Lima reveló que en 2022, cuando buscó una oportunidad en el primer equipo, el comando técnico de Guillermo ‘Chicho’ Salas nunca lo consideró. A pesar de su esfuerzo y compromiso, nunca tuvo la chance de entrenar con los titulares ni de demostrar su potencial.

🚪 El rechazo en Matute: ni una sola oportunidad

Noriega contó su experiencia en una entrevista con ‘Enfocados’, donde relató cómo, tras no obtener la visa para jugar en Alemania, buscó una prueba en Alianza Lima. Sin embargo, la respuesta que recibió no fue la esperada.

"Yo entrenaba en reserva, pero jamás me vieron. No entrené ni una vez con el primer equipo. Una vez juntaron a algunos de reserva con los que no entraban en lista para un partido, pero tampoco estaba el comando técnico. Luego me llamaron y me dijeron que no iba a ser aceptado en primera, pero que si quería seguir entrenando en reserva, estaba bien", declaró.

El defensor aseguró que no entendía por qué no era tomado en cuenta, ya que sentía que estaba rindiendo bien y que, al no haber sido observado por ‘Chicho’ Salas ni su equipo de trabajo, la decisión le pareció injusta.

"Me dijeron que no iba a ser aceptado en el primer equipo, pero yo sentí que nunca me habían visto. Sentía que estaba jugando bien, pero igual no tuve la oportunidad", agregó.

🏳️ Pensó en dejar el fútbol: "Me desanimé"

El golpe anímico fue tan fuerte que Erick Noriega llegó a plantearse abandonar el fútbol. Después de no conseguir oportunidades en Alemania, Japón y Perú, comenzó a pensar que el fútbol no era para él.

"Me desanimé, yo dije: esta vaina no es para mí. Si no me sale la visa a Alemania, en Japón no jugaba mucho y no me aceptaban en Alianza, ¿qué hago?", confesó.

La situación lo llevó a buscar otras maneras de ganarse la vida. Para poder mantenerse, Noriega trabajó como cargador de cajas y también como profesor de vóley, algo impensado para un joven que soñaba con triunfar en el fútbol.

"Mi papá y mi mamá estaban en Japón en ese entonces, yo vivía en la casa de mi padrino con mis primas, mi tía y mi enamorada, pero estaba desanimado. Pensé en dejar el fútbol, pero no caía nada", finalizó.

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🔥 Una historia de perseverancia

A pesar del rechazo y las dificultades, Noriega no se rindió y siguió luchando por su sueño. Su historia es un recordatorio de lo difícil que es abrirse camino en el fútbol profesional y de cómo las oportunidades muchas veces dependen de factores externos al talento.