Futbolista y hasta mozo, Hernán Barcos brilla en Alianza Lima y la Porteña

El "Pirata" Barcos no solo es un referente en el fútbol peruano, sino que también ha sabido conquistar los paladares de los amantes de la gastronomía argentina con su restaurante La Porteña. Este emprendimiento, ubicado en el corazón de Miraflores, es un reflejo de su pasión por su país natal y su deseo de compartir los sabores que lo acompañan desde la infancia.

La Porteña es mucho más que un simple restaurante; es un homenaje a las tradiciones culinarias argentinas. Desde el momento en que cruzas la puerta, te sumerges en un ambiente cálido y acogedor, donde los aromas de las especias y las carnes a la parrilla te transportan directamente a Buenos Aires. La carta ofrece una amplia variedad de platos típicos, como los jugosos cortes de carne, las empanadas salteñas, los chorizos criollos y los postres más deliciosos, como el dulce de leche y los alfajores.

Pero, ¿cómo compagina Barcos su exitosa carrera futbolística con la gestión de su restaurante? El "Pirata" ha demostrado una gran capacidad para equilibrar ambas pasiones. Con una agenda apretada entre los entrenamientos, los partidos y los compromisos publicitarios, encuentra el tiempo para visitar su restaurante y supervisar personalmente cada detalle. Su presencia es constante y su entusiasmo contagia tanto al personal como a los clientes.

En cuanto a su presente futbolístico, Barcos sigue siendo una pieza fundamental en Alianza Lima. A pesar de su edad, el delantero argentino mantiene un nivel de juego envidiable y sigue siendo uno de los máximos goleadores del equipo. Su liderazgo dentro y fuera de la cancha lo ha convertido en un ídolo para la hinchada blanquiazul.

La combinación de su pasión por el fútbol y la gastronomía ha hecho de Hernán Barcos una figura única en el deporte peruano. Su restaurante La Porteña no solo es un lugar para disfrutar de una buena comida, sino también un espacio donde los hinchas pueden sentirse más cerca de su ídolo y compartir su pasión por el fútbol y la cultura argentina.

En resumen, Hernán Barcos es un ejemplo de versatilidad y emprendimiento. Su legado en el fútbol peruano está asegurado, pero su pasión por la gastronomía lo ha llevado a construir un nuevo proyecto exitoso. La Porteña es mucho más que un restaurante; es un reflejo de su personalidad y un homenaje a sus raíces.