En medio del complicado presente de la Selección Peruana rumbo al Mundial 2026, André Carrillo decidió alzar la voz y compartir su experiencia bajo el mando de Jorge Fossati. Aunque muchos creían que el problema era exclusivamente futbolístico, el volante del Corinthians dejó entrever que la historia era mucho más profunda.
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A pesar de que la relación con el técnico uruguayo era cordial, en el fondo del vestuario se vivía una vibra extraña, un ambiente que, según Carrillo, afectó directamente el rendimiento del equipo en las Eliminatorias.
Carrillo, en entrevista con Cobertura Perú, confesó sin rodeos que no todo fluía como debía: "Eran cosas que nosotros sentíamos dentro. No estábamos muy contentos y no por el entrenador, sino que no sé qué pasaba".
Esta sensación generalizada de incomodidad, sumada a los malos resultados, terminó por derrumbar el optimismo inicial que se había generado tras la llegada de Fossati.
El dato más revelador llegó cuando Carrillo explicó el verdadero problema: la rigidez táctica. Fossati insistió en un sistema 3-5-2, modelo que simplemente no encajaba con las características de la mayoría de futbolistas peruanos.
Para Carrillo, el esquema de Fossati cortó las alas del ataque peruano: "Atacábamos con poca fuerza, con un jugador menos".
Aunque defensivamente la Selección mostró cierto orden, en ofensiva se volvía predecible y sin contundencia. Esta falta de adaptabilidad táctica se convirtió en una piedra enorme en el camino de Perú hacia el Mundial.
Incluso, Carrillo comparó la situación con la era Juan Reynoso, en donde, a pesar de una buena relación con el grupo, tampoco se logró hacer "click" futbolísticamente. El problema no era de actitud: era de identidad de juego.
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La sinceridad de Carrillo deja en claro que no basta con un técnico de renombre o buenos vínculos personales. La Selección Peruana necesita un líder que entienda las verdaderas fortalezas del grupo y proponga un sistema donde los jugadores puedan brillar.
Con los partidos decisivos acercándose, el reto es mayúsculo: recuperar la confianza, encontrar un esquema funcional y, sobre todo, devolverle al hincha la ilusión de estar en el próximo Mundial.
12/05/2025
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