Todos destruyen a Fossati, pero mira quién es el verdadero responsable de la catástrofe peruana

Mientras los focos se centran en las decisiones tácticas de Jorge Fossati al frente de la Selección Peruana y las críticas hacia su desempeño se multiplican, es fundamental analizar el contexto en el que se desarrolla el fútbol peruano y señalar al principal responsable de la crisis que atraviesa nuestra selección: Agustín Lozano, presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF).

Lozano ha sido objeto de numerosas críticas y denuncias desde que asumió el cargo. Su gestión se ha caracterizado por una serie de decisiones cuestionables que han generado un clima de desconfianza y malestar en el entorno del fútbol peruano.

Una gestión plagada de irregularidades

• Escándalos de corrupción: Lozano ha estado involucrado en diversos escándalos de corrupción que han puesto en duda su integridad y su capacidad para dirigir una institución tan importante como la FPF. Las denuncias por malos manejos de fondos, conflictos de interés y favoritismo han sido constantes a lo largo de su gestión.
• Falta de transparencia: La falta de transparencia en la gestión de Lozano ha sido una constante. Los procesos de selección de entrenadores, la contratación de jugadores y la organización de eventos deportivos han estado envueltos en una opacidad que ha generado sospechas y descontento entre los aficionados.
• Desconexión con la realidad: Lozano parece desconectado de la realidad del fútbol peruano. Sus decisiones a menudo carecen de un análisis profundo de la situación y se basan en criterios subjetivos. Esto ha llevado a una serie de errores que han perjudicado el desempeño de la selección peruana.
• Priorización de intereses personales: Se ha cuestionado en numerosas ocasiones si las decisiones de Lozano están motivadas por intereses personales o políticos más que por el bien del fútbol peruano. Esta falta de compromiso con el deporte ha generado un profundo desencanto entre los aficionados.

La responsabilidad de Lozano en la crisis de la selección

La crisis de la Selección Peruana no es solo responsabilidad de Jorge Fossati. La gestión de Agustín Lozano ha creado un ambiente tóxico que ha dificultado el trabajo de los entrenadores y ha generado inestabilidad en el equipo.

Al centrar las críticas en el entrenador, se desvía la atención de los problemas estructurales que afectan al fútbol peruano. Lozano ha construido un sistema en el que es muy difícil que cualquier entrenador pueda tener éxito a largo plazo.

Para que el fútbol peruano pueda salir de la crisis, es necesario un cambio radical en la dirigencia de la FPF. Agustín Lozano debe dejar el cargo y dar paso a una nueva generación de dirigentes que sean capaces de gestionar el fútbol peruano con transparencia, eficiencia y profesionalismo. Solo así podremos recuperar la confianza de los aficionados y construir un proyecto deportivo sólido y sostenible a largo plazo.