Por Renato Perez
Mientras los focos se centran en las decisiones tácticas de Jorge Fossati al frente de la Selección Peruana y las críticas hacia su desempeño se multiplican, es fundamental analizar el contexto en el que se desarrolla el fútbol peruano y señalar al principal responsable de la crisis que atraviesa nuestra selección: Agustín Lozano, presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF).
Lozano ha sido objeto de numerosas críticas y denuncias desde que asumió el cargo. Su gestión se ha caracterizado por una serie de decisiones cuestionables que han generado un clima de desconfianza y malestar en el entorno del fútbol peruano.
La crisis de la Selección Peruana no es solo responsabilidad de Jorge Fossati. La gestión de Agustín Lozano ha creado un ambiente tóxico que ha dificultado el trabajo de los entrenadores y ha generado inestabilidad en el equipo.
Al centrar las críticas en el entrenador, se desvía la atención de los problemas estructurales que afectan al fútbol peruano. Lozano ha construido un sistema en el que es muy difícil que cualquier entrenador pueda tener éxito a largo plazo.
Para que el fútbol peruano pueda salir de la crisis, es necesario un cambio radical en la dirigencia de la FPF. Agustín Lozano debe dejar el cargo y dar paso a una nueva generación de dirigentes que sean capaces de gestionar el fútbol peruano con transparencia, eficiencia y profesionalismo. Solo así podremos recuperar la confianza de los aficionados y construir un proyecto deportivo sólido y sostenible a largo plazo.
22/10/2024
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