Por Renato Perez
La sorpresiva salida de Fabián Bustos de Universitario de Deportes para asumir el mando de Olimpia de Paraguay ha generado un intenso debate entre los hinchas y la prensa deportiva. ¿Fue realmente una buena decisión para el técnico argentino? ¿Y fue ética su manera de dejar a la ‘U’ en plena competencia? Las respuestas no son simples, pero el análisis permite entender mejor el trasfondo de este controvertido movimiento.
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Olimpia no es cualquier club. Hablamos de una institución histórica, tricampeona de la Copa Libertadores, con una hinchada masiva y una exigencia deportiva altísima. Para Bustos, que venía de ser bicampeón nacional con Universitario, el llamado del club paraguayo representaba una oportunidad de consolidarse a nivel internacional. Desde lo profesional, es comprensible que aceptara el reto: dirigir a Olimpia le abre puertas en el continente y le permite medirse en una liga competitiva con la chance de pelear copas internacionales.
Sin embargo, lo que ha generado molestia en Ate no es solo la partida, sino el momento. La ‘U’ había depositado su confianza plena en Bustos para este 2025, dándole continuidad a un proceso exitoso que había llevado al club a la cima del fútbol peruano. Su salida abrupta rompió con esa planificación.
Más allá del análisis profesional, la dimensión ética de la decisión de Bustos sigue siendo cuestionable para muchos. Firmó contrato para la temporada 2025 y, a poco de iniciado el año, decidió marcharse, dejando al equipo sin rumbo en plena competencia. La forma y el fondo de su salida molestaron a la directiva y a los hinchas cremas, quienes sienten que Bustos priorizó su interés personal por encima del proyecto que él mismo había ayudado a construir. Universitario, que ahora debe rehacer su camino sin su estratega, atraviesa una etapa de incertidumbre que pudo haberse evitado con una postura diferente por parte del DT.
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No cabe duda de que Olimpia representa un desafío mayor, pero queda la interrogante de si Bustos calculó bien los riesgos. En Paraguay, las expectativas son altísimas y la presión será inmediata. Si los resultados no llegan rápido, las críticas no tardarán en aparecer. Mientras tanto, en Universitario queda la sensación amarga de que Bustos no actuó de la manera más ética. Su partida repentina dejó una herida abierta que tardará en cicatrizar.
01/05/2025
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30/04/2025
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