Por Renato Perez
La situación de Guillermo Farré al mando de Sporting Cristal está en un punto crítico tras la reciente derrota ante Alianza Lima. Si el entrenador decide dar un paso al costado o es removido de su cargo, uno de los nombres que aparece con fuerza para tomar las riendas del equipo es el de Roberto Mosquera. Con una trayectoria sólida y dos títulos de campeón nacional a sus espaldas, Mosquera es visto como el candidato ideal para devolverle al club el fútbol atractivo y competitivo que lo caracterizó en sus mejores años.
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El paso de Roberto Mosquera por Sporting Cristal en los años 2012 y 2020 dejó una huella imborrable. En ambos ciclos, el equipo jugó un fútbol ofensivo, dinámico y estructurado, con un estilo de juego que le permitió no solo ser exitoso en el ámbito local, sino también ganarse el respeto de los rivales internacionales. En 2012, Mosquera condujo al equipo a la conquista del título nacional, logrando una campaña memorable que se destacó por la solidez defensiva y la efectividad ofensiva. Ocho años después, en 2020, llevó nuevamente a Cristal a lo más alto del fútbol peruano, esta vez con un equipo invicto que dominó el torneo y que ofreció un espectáculo futbolístico que entusiasmó a los hinchas.
A diferencia de Farré, cuya propuesta de juego ha sido criticada por su falta de creatividad y solidez en el medio campo, Roberto Mosquera siempre ha sabido desarrollar un fútbol de posesión, basado en la circulación rápida del balón y en la construcción de juego desde el mediocampo. Este estilo es el que ha hecho famoso a Cristal en la última década y que ha sido tan bien recibido por la hinchada. Con Mosquera, los celestes fueron un equipo reconocible, con una identidad clara que le permitió competir en el plano local y mostrar destellos de buen fútbol internacional.
Además, Mosquera tiene una gran capacidad para gestionar grupos y sacar lo mejor de cada jugador. Su habilidad para integrar a las figuras emergentes con los jugadores experimentados es una de las características que más lo distingue. Durante su paso por Cristal, supo potenciar a jóvenes talentos, dándoles confianza y visibilidad en el primer equipo. Esto no solo le permitió ser exitoso en el campo, sino también establecer una base sólida para el futuro del club.
El regreso de Roberto Mosquera sería la oportunidad perfecta para que Sporting Cristal recupere la identidad de juego que parecía haberse perdido con la llegada de Farré. Con su conocimiento del club, su estilo de juego ofensivo y su capacidad para motivar a los jugadores, Mosquera podría ser el técnico ideal para llevar al equipo de nuevo a la cima. Si Guillermo Farré decide irse o es removido, el reto de reestructurar el equipo podría caer en manos de un entrenador con el perfil adecuado para devolverle a Cristal la competitividad y el espectáculo que le han hecho ganar el cariño de su hinchada.
02/04/2025
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